Bahiense estuvo siete arriba en el 1ºC (20-13) y 10 al frente en los albores del 2ºC (27-17). Después, Villa Mitre se recompuso, llegó a escaparse por 13 (34-47) al germinar el 3ºC. Aunque, en lo sucesivo, el local se colocó a dos (55-57) casi sobre la finalización de ese lapso. Ya en el 4ºC, un andanada de puntos seguidos de Federico Harina desbloqueó el trámite en favor del actual campeón, que se encaminó a un terminante triunfo por 82 a 68.
Hubo descomunales gestiones de Ramiro Heinrich (21 puntos, 14 rebotes y 36 de valoración) y Harina (26: 5-9 t3, 4-4 t2 y 3-3 t1, con 23 de coeficiente). Pero no estuvieron solos, porque junto a José Gutiérrez (15) y Cristian Miguel (13) se encargaron de facturar el 91,4% de las unidades villamitrenses: 75 sobre 82.
De ese modo, La Villa transformó la serie semifinal que perdía 1-0, en 1-2 y se convirtió en el rival de Napostá en la llave final de este Ciudad de Bahía Blanca. La misma comenzará tras el desarrollo del Provincial de Mayores, previsto del miércoles 4 al sábado 7 de julio, en San Nicolás.
Nunca hay que desafiar el corazón de un campeón.
Villa Mitre, y todo el ambiente basquetbolístico, eran conscientes de que su número siete en la fase regular se debía a haber estado abocado a la campaña en el Torneo Federal.
Desde el vamos no pudo disponer de todo su staff, ni depositar la atención y energía que requiere el certamen de primera división, hasta haber culminado su participación en ese nivel superior.
Con lo cual, los enfrentamientos contra Bahiense del Norte se dieron demasiado temprano, en semifinales, siendo que ambos venían de protagonizar la finalísima de 2017.
En los primeros dos choques, ambos defendieron sus localías.
Y hoy, en el Manu Ginóbili, dirimieron cuál se apoderaba de la llave y el pasaporte a la definición del CBB, donde aguardaba Napostá.
El que se despabiló más rápido fue el huésped, que en 2m50s obligó a que Navallo detuviera el pleito, tras el 2-8 que estampó su rival con conexión de la dupla Gutiérrez-Heinrich.
Al retorno, el dueño de casa mejoró su imagen y recortó a uno (9-10) después de un triple de Pennacchiotti. Igual, promediando el lapso, con jugada de gol+adicional de Pikachu el campeón estiró a 9-13.
De allí en adelante, Bahiense disfrutó de uno de sus mejores pasajes, protegiendo bien su cristal, reboteando con ímpetu al ganar la posición y hallando gol en una granada del Pollo Morán (17-13), más un Pennacchiotti desequilibrante, razón por la cual plasmó un 11-0 que le dio renta de 22-13.
Esas buenas sensaciones Bahiense las trasladó al amanecer del 2ºC, cuando sostuvo su producción general y alargó la diferencia a diez, su máxima de la noche: 27-17, mediante tres libres de Morán.
No obstante, La Villa sacó jugo de sus mayores individualidades y con el salto al rectángulo de Harina, resultó otra cosa.
Es que si bien eran Heinrich (9) -fundamentalmente- y Miguel (4) quienes cargaban con la ofensiva al colocar a su elenco a uno de diferencia (29-30); el escopetero reginense calentó la muñeca y embocó 7 unidades en menos de medio cuarto, colaborando para un repunte monstruoso de La Villa, que aplicó un ¡5-22! y pasó a liderar por 32-39.
En 1m03s del complemento, Harina hizo como si el trámite nunca se hubiera detenido: bomba más 3-3 t1, al ser víctima de falta cuando volvía a elevarse desde los 6m75. Así, amplió la brecha a 34-47. Una distancia que se repitió tras anotación de Gutiérrez (36-49), en 2m35s de ese 3ºC.
Inmediatamente, Navallo ordenó a sus pupilos a agruparse en zona 2/3.
Y le resultó.
Porque Villa Mitre no estuvo tan cómodo y Bahiense dijo presente con triple de Silva más conversión de Buzzo, cerrando una seguidilla de 8-0 que lo trajo al partido (44-49).
La visita zafó del trance con triple de Monteoliva (44-53), aunque enseguida Barbero le respondió por el mismo medio (51-55), añadiendo otro doble de Pennacchiotti (53-55) y bandeja de Peyronnet (55-57) que le devolvieron el alma al cuerpo. Es que, pese al doble final de Heinrich, las cuatro unidades de desventaja lo mantenían esperanzado (55-59).
Pero, claro, hubo alguien que emergió y se salió del libreto, erigiéndose en el pan que alimentó la ilusión villamitrense: Harina.
El tirador se tornó en un bálsamo para su equipo y en una pesadilla insoportable para el contrario.
¡Encestó los siguientes 11 tantos visitantes!: triple a los 30s (55-62), otro a 1m17s (57-65), doble a 2m42s (58-67) y bomba a 3m18s (58-70). Por si fuera poco, las siguientes cuatro unidades fueron obra de Heinrich (60-74 y 62-76), significando el golpe de nocaut a pesar de restar todavía 4m32s para el pitazo final.
Ya con Pennacchiotti acorralado, a Bahiense se le esfumaron las ideas, siendo Aníbal Buzzo quien salió a dar la cara, pudiendo descontar en parte, a 2m35s del final (67-78).
El control de todo tenía Villa Mitre.
Y en manos de Gutiérrez, pese a sufrir una “paralítica”, fue decantando el partido, evitando que los suyos pasaran zozobras, al tiempo que Harina (¿quién sino?) volvió a machacar (67-80) restando 2m07s y aumentó Pikachu, con sendos simples, para bajar definitivamente la persiana (67-82) a 1m41s.
Bahiense no puede quitarse de encima su karma.
Es que Villa Mitre, siempre está…
Síntesis | Primera División – Semifinales – Juego #3
Bahiense del Norte 68: Juan Pablo Morán 8, Andrés Barbero 11 (x), Esteban Silva 7, Aníbal Buzzo 14, Franco Pennacchiotti 24, (FI); Federico Repetti 0, Manuel Peyronnet 4, Amaury Hevia 0 y Martín Fagotti 0. DT: Alejandro Navallo.
Villa Mitre 82: José Gutiérrez 15, Matías Monteoliva 5, Franco Amigo 0, Cristian Miguel 13, Ramiro Heinrich 21, (FI); Federico Harina 26, José Nicolás Ojeda 0, José Luis Martínez 2 y Marcelo Berdini 0. DT: Ariel Ugolini.
Parciales: 22-15, 34-41 (12-26), 55-59 (21-18) y 68-82 (13-23).
Árbitros: Alejandro Ramallo-Javier Sánchez-Jorge Scheffer.
Estadio: Manu Ginóbili (club Bahiense del Norte).
Serie: Villa Mitre, 2-1.
Fuente: Gente de Básquet